Personas de la Tercera Edad

La disminución de las facultades físicas o mentales de los adultos mayores coloca a este grupo de la población en desventaja para el ejercicio pleno de sus derechos con respecto a otras personas, ya que se enfrentan a más obstáculos para desarrollar cualquier actividad. De igual forma, su calidad de vida disminuye cuando no cuentan con servicios médicos, una vivienda digna e ingresos suficientes para cubrir sus necesidades. Aunado a ello, suelen sufrir episodios de violencia, ejercida principalmente por parte de los familiares, e incluso son víctimas del abandono.

Quintana Roo es una de las entidades que registra el menor número de adultos mayores de acuerdo al porcentaje total de su población. Sin embargo, al igual que en el resto del país los obstáculos a los cuales se enfrentan están relacionados con la falta de oportunidades laborales, atención oportuna de la salud e insuficiencia de espacios para el esparcimiento.

Durante 2010, el INEGI registró que en la entidad había 63 mil 965 personas de 60 y más años, cuya proporción hombres-mujeres es similar:32 mil 503 son hombres y 31 mil 462 son mujeres.

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Como ya se explicó, Quintana Roo es de los estados que registra el menor número de población en este rango de edad en todo el país; sin embargo, durante el periodo de 2000 a 2010 registró 6.8% de crecimiento promedio anual, una de las mayores tasas a nivel nacional.

Las características de la población quintanarroense de 60 años y más, de acuerdo al Perfil Sociodemográfico de Adultos Mayores elaborado por el INEGI, indica que durante 2010 apenas 74.5% de esta población esta alfabetizada, porcentaje que ubica a la entidad ligeramente por arriba de la media nacional. Lo anterior se traduce en que 46.4% tiene primaria; 9.7%, secundaria; 5.5% cuenta con educación media superior y sólo 9.7% tiene educación superior o posgrado.

Además, Quintana Roo es el segundo estado con el mayor porcentaje de población de 60años y más económicamente activa, con un porcentaje de 41.7%, sólo por debajo de Chiapas. No obstante, es la octava entidad con el mayor porcentaje de población del mismo rango de edad ocupada durante el mismo periodo.

En relación a los servicios de salud, el estado se encuentra apenas por arriba de la media nacional con el mayor porcentaje de población de edad derechohabiente, al registrar 73.8%del total que tiene este servicio, en contraste con Colima, que registra 87.6%.

Uno de los datos que más reflejan la vulnerabilidad de este grupo de la población es el abandono. De acuerdo a datos de INEGI 2010, por cada 100 mil adultos mayores de 60 años y más, 14.1% está en situación de calle.

El abandono de los adultos mayores refleja la fragmentación del tejido social que padece la entidad. En muchos casos la familia no representa una red de soporte estable que se solidarice con las personas mayores para subsanar sus necesidades, y también acusa la falta de respeto de los derechos humanos de esta población.

Por otra parte, Quintana Roo se coloca como la segunda entidad con mayor porcentaje de adultos mayores en reclusión, ya que de cada 10 mil adultos mayores 13.3 están privados de la libertad.

El Diagnóstico del Programa de Pensión para Adultos Mayores elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social en 2013 señala en relación a las proyecciones de CONAPO en ese año, que había 49 mil 435 personas de 65 años y más durante el mismo periodo, de las cuales sólo 12 mil 134 tenían algún tipo de pensión.

potencial de pension

Por último, la entidad es de las que registra el mayor número de personas que vive con su familia o amistades, y es muy pequeño el porcentaje de quienes manifiestan vivir solos.

En Quintana Roo los adultos mayores demandan fuentes de ingresos, así como programas de asistencia social para atender su salud y cubrir sus necesidades básicas, como la activación física, el esparcimiento y el fomento de la convivencia familiar.

Debe considerarse que la tendencia en el número de adultos mayores va en aumento; en tal virtud, es responsabilidad del estado prever sus necesidades y generar las mejores condiciones para que la población de 60 años y más puedan tener una vida de buena calidad.

Es imperativo entonces fortalecer el tejido social y fomentar la convivencia familiar, sobre todo con este sector de la población, ya que las consecuencias del aislamiento y el olvido suelen generar depresión y, en el peor de los casos, suicidio.

El compromiso con los adultos mayores debe centrarse en reproducir prácticas exitosas a favor de este sector, robustecer los programas y fortalecer las alianzas con el gobierno federal, para brindarles mejores servicios.