EDUCACIÓN PÚBLICA DE CALIDAD

La educación es, con toda certeza, una de las herramientas más poderosas de integración y cohesión social que pueden conducir a las personas a trascender su esfera de desarrollo cotidiano. Además, la educación es un elemento indispensable para el desarrollo, tanto individual como colectivo, pues contribuye a alcanzar mejores niveles de bienestar y amplía las oportunidades de crecimiento económico.

Sin embargo, la pobreza está asociada al nivel educativo de la sociedad. Los índices de analfabetismo y deserción escolar guardan una estrecha relación con las posibilidades efectivas de inserción laboral de los ciudadanos.


Por ello, las acciones emprendidas en este sentido, estarán dirigidas a mejorar la calidad educativa para garantizar que cada infante y cada joven tengan las mismas oportunidades de capacitación y aprendizaje. Indudablemente, brindar educación de calidad es una de las tareas más importantes de todo gobierno que busca propiciar el desarrollo de una entidad. Por lo tanto, es necesario ampliar la cobertura, elevar los niveles de escolaridad, combatir la deserción y el analfabetismo, así como rehabilitar y equipar las escuelas con la meta de crear entornos adecuados para el aprendizaje.

En Quintana Roo el reto en materia educativa se centra en incrementar la cobertura educativa de los niveles medio superior y superior, así como compatibilizar la oferta de estudios con las nuevas demandas de la entidad. Por otra parte, el desempeño educativo de los estudiantes se posiciona como uno de los principales focos rojos de atención.

La Secretaría de Educación Pública registró en la entidad 2 mil 346 escuelas y 430 mil 389 alumnos, de los cuales 212 mil 925 son hombres y 217 mil 464 son mujeres. Igualmente, se contabilizaron 23 mil 894 docentes durante el periodo de 2014-2015

Ciclo escolar 2014-2015

 

Sin embargo, según informes del INEGI, muchas de estas escuelas carecen de algunos servicios básicos que impiden el correcto desarrollo de los estudiantes.

El último censo de carencias realizado en 2013 revela que 14.2% de las escuelas no tiene acceso a los servicios de agua potable, el 10.5% carece energía eléctrica y el 58% no tiene disponibilidad de internet. Aunado a ello se registra también que la carencia en la disponibilidad de servicios de baños o sanitarios sigue presentándose aunque en menor medida.

Tabla 4.9 Escuelas públicas por nivel educativo, disponibilidad de principales servicios 2013

 

Resultados del Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa Estatal (ICRE-E) 2016, señalan en relación a las condiciones materiales sólo el 46.2% de las escuelas en la entidad cuentan con rampas que faciliten la movilidad de los estudiantes con alguna discapacidad física, y sólo el 47.8% de las escuelas cuentan con áreas deportivas o recreativas; siendo elementos que influyen en cierto grado en el desempeño educativo.

Las escuelas deben contar con la infraestructura y las condiciones materiales necesarias y en buenas condiciones, para que los alumnos se desarrollen en ambientes óptimos para el aprendizaje.

Por otra parte, la cobertura educativa en Quintana Roo todavía es insuficiente: miles de niños y de jóvenes aún no tienen acceso a la educación, aun cuando de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidades para la Educación, la Ciencia y la Cultura la educación es un derecho esencial para el acceso y el ejercicio de otros derechos. Según la matrícula registrada durante el periodo escolar 2014-2015, más de 70% de los jóvenes de 18 a 23 años de edad no han accedido a la educación superior.

Así pues, con el fin de impulsar el desarrollo de la entidad en los distintos sectores económicos y elevar los niveles de bienestar de los jóvenes quintanarroenses, a la par que la competitividad, es imperioso generar esquemas que los incentive a concluir sus estudios profesionales.

También resulta abrumador saber que más de 40 mil niñas y niños de 3 a 14 años de edad y poco más de 22 mil jóvenes de 15 a 17 años de edad no tienen acceso a la educación. Esta situación se presenta principalmente en los municipios de Benito Juárez, Othón P. Blanco y Solidaridad, así como en zonas de alta marginación y pobreza.

Gráfica 4.14 Cobertura escolar 2014-2015

 

Dichos resultados señalan también que un gran número de niñas, niños y jóvenes no ejercen su derecho a la educación de manera plena, ya que de 5 de cada 10 jóvenes de secundaria no desarrollan conocimientos y habilidades básicas en matemáticas, y 8 de cada 10 niños de 3 años se quedan fuera de la educación preescolar.

Si bien, mejorar la calidad educativa implica subsanar las deficiencias y aumentar la infraestructura correspondiente, dichas mejoras deben estar respaldadas por programas que contribuyan a una mayor eficiencia terminal, pues de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 realizada por el INEGI, aunque el promedio de escolaridad es de 9.6 años, de cada 100 personas de 15 años y más años, 4.5 no tienen ningún grado de estudios, 50.9 tienen educación primaria, 25.8 finalizaron la educación media superior y 18.6 concluyeron la educación superior.

Tabla 4.10 Gráfica 4.15

 

Si bien la mayoría de las políticas educativas son diseñadas por el nivel federal, es importante evaluar la pertinencia de éstas en contextos particulares, pues los problemas de la educación deben abordarse de acuerdo con las necesidades específicas de cada estado.

En lo que respecta al analfabetismo, en Quintana Roo 4 de cada 100 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir, cifra que se encuentra por debajo de la media  nacional. Las cifras del INEGI refieren que 17 mil 709 hombres y 26 mil 428 mujeres son analfabetos: las personas de 65 y más años son las que concentran el mayor porcentaje.

En el rubro de educación superior, en Quintana Roo hay un total de 34 mil 999 inscritos en las distintas instituciones universitarias; sin embargo, de acuerdo con datos del Anuario Estadístico 2015 del INEGI, sólo se han titulado 4 mil 201.

Esto significa que cientos de estudiantes deciden dejar sus estudios por diversos motivos, uno de ellos el económico, por lo que es necesario incrementar los programas de estímulos y becas para que los jóvenes quintanarroenses se conviertan en profesionales.

educacion superior

 

En cuanto al desempeño educativo, entendido como el dominio de los conocimientos de los estudiantes, es un tema complejo, ya que los factores que influyen son diversos, entre los cuales se relaciona la preparación de los docentes, el material y entorno a través del cual se adquieren los conocimientos, hasta la alimentación y la salud mental. De acuerdo a los Resultados de la Prueba PLANEA 2015, los alumnos de 6to de primaria y los alumnos de 3ro de secundaria ocuparon el lugar 14 y el segundo en lenguaje y comunicación respectivamente y el 24 y 16 en matemáticas.

Así mismo, a nivel medio superior Quintana Roo ocupo la posición número 12 en lenguaje y comunicación y la 20 en relación a matemáticas, en los resultados de 2016.

Gráfica 4.16 y 4.17

Los resultados insatisfactorios de esta evaluación hacen forzoso analizar puntualmente las causas por las cuales se obtienen las posiciones nacionales bajas.

 Los indicadores en materia de educación señalan que los esfuerzos se deben dirigir a garantizar la educación de calidad para todos los quintanarroenses, generando los incentivos y las estrategias adecuadas para retener a los estudiantes en el sistema escolar y asegurar su óptimo aprovechamiento.

La incorporación de nuevas tecnologías a las escuelas, incluido el acceso a internet, así como la actualización de la planta docente y su formación continua acerca de las nuevas técnicas de enseñanza contribuirán a dotar a los alumnos de mejores herramientas y habilidades para incrementar su competitividad. Para lograr lo anterior es necesario que los conocimientos adquiridos por los niños y los adolescentes ejerzan influencias positivas a su desarrollo individual y de la entidad.

De igual manera, el involucramiento de los padres de familia en la educación de sus hijos es fundamental, ya que el fortalecimiento de los valores y el acompañamiento y supervisión constantes son indispensables para lograr una formación de calidad.

Por último, la inclusión educativa, es decir garantizar la educación de las personas indígenas, debe ser prioritario, ya que se identifica una marcada desigualdad entre los recursos destinados a este sector.