El artículo 1 º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en dicha Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la que el Estado Mexicano participa, tiene como propósito promover, proteger y asegurar el pleno goce y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, así como promover el respecto de su dignidad inherente, por lo que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 4 de la citada Convención, los Estados Partes se comprometen a adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de cualquier índole que sean necesarias a fin de hacer efectivos los derechos reconocidos en dicha Convención.
En ese mismo orden de ideas, el paradigma actual de la Discapacidad, considera que la misma es un concepto que evoluciona y que es resultado de la interacción entre las personas con una condición de salud y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás; que los países deben incorporar las cuestiones relativas a la discapacidad como parte integral de las estrategias pertinentes de desarrollo sostenible; así como la importancia que para las personas con discapacidad reviste su autonomía e independencia para poder participar activamente en los procesos de adopción de decisiones sobre políticas y programas, incluidos los que les afectan directamente.
Por lo anteriormente expuesto, se vuelve necesaria la realización de una campaña que se centre en motivar al cambio desde adentro, no solamente cumplir un objetivo puntual sino que este sirva de complemento en conocimientos, derrumbe mitos; y refuerce las acciones emprendidas desde otras plataformas; pero que sobre todo: cambie la mirada y las emociones hacia la discapacidad.
