Existe una creencia generalizada que el problema de acceso a la vivienda sólo se da en las zonas urbanas, que por alguna casi mágica razón, no existe este conflicto en las zonas rurales, pero la realidad es que no es así.
María Guadalupe Balam, vive en la localidad de Ucum. Ella no conoce lo que es tener una casa propia, que tengas las mejores condiciones para vivir. Sin que se preocupe que en cualquier momento se quede sin un techo para ella y los suyos.
Como su caso, hay cientos en Quintana Roo. Por eso el Gobernador Carlos Joaquín impulsa el programa de Vivienda Rural e Indígena, que en su primera etapa contempló la edificación de 500 casas en 35 comunidades de Othón P. Blanco, pero que ahora, decidió ampliar a 312 más.
En este programa tienen prioridad madres solteras, adultos mayores y familias que tienen a algún integrante con discapacidad, porque de esta manera se disminuye más la desigualdad social.
Cada vivienda costará 126 mil 959.92 pesos, pero las familias beneficiadas sólo harán una aportación de 12 mil 480 pesos. El gobierno estatal aporta 47 mil 927 pesos con 92 centavos y la federación, a través de la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI), 64 mil 392 pesos con 06 centavos.
Rosa Elena Santiago Hernández, recibió su certificado como beneficiaria del programa, lo cual la convierte en acreedora de una vivienda digna. Ya no tendrá que pasar las noches bajo techos de palma y paredes de latón. Ahora estará mejor resguardada de las inclemencias del tiempo.
Chetumal, Quintana Roo