PLANTEAMIENTO GENERAL

Sin duda, Quintana Roo es resultado de las políticas de planificación regional producidas en el país durante la década de 1970 que surgieron como alternativa para reducir las desigualdades regionales, tomando como base para su desarrollo la riqueza cultural, la particular situación geográfica y las características del entorno natural de esta entidad.

Sin embargo, hoy como ayer, conservar estos valiosos recursos representan un gran desafío para consolidar su progresiva evolución. Es necesario considerar que apenas en 1974 se decretó la creación del estado libre y soberano de Quintana Roo y que éste es el último lugar como territorio independiente de México, razón por la cual aún hace falta cumplir muchos de los objetivos que dieron lugar a su surgimiento.

El proceso de configuración territorial del estado de Quintana Roo es un modelo de concentración y dispersión, reflejo de la realidad urbana que caracteriza a nuestro país; asimismo, es resultado de las políticas públicas de los gobiernos anteriores, los cuales generaban sólo beneficios parciales al concentrar los recursos en determinados polos de desarrollo; sin embargo, esto también ha provocado grandes desigualdades regionales y sociales, prueba de ello es que la zona norte concentra las actividades que le confieren un mayor desarrollo en comparación con la zona maya o la zona sur del estado.

Si bien, desde hace poco más de cuarenta años desde sus inicios como entidad federativa se han efectuado acciones de planeación, éstas son todavía insuficientes, pues las comunidades rurales, semi rurales y urbanas de la entidad, particularmente aquellas que se ubican en zonas ejidales de vocación forestal y agrícola, evidencian los problemas estructurales que dificultan sus avances económico y social; así también, la centralización de la actividad turística sobre zonas de alto valor ambiental han propiciado un progreso desigual de las regiones.

Al respecto, el polo de desarrollo turístico de Cancún planeado minuciosamente como respuesta a la crisis del modelo económico basado en la sustitución de importaciones fue la alternativa para impulsar nuevas actividades económicas en beneficio del desarrollo regional y de la nación, lo cual se cumplió de manera limitada, pues el turismo sigue siendo el motor del desarrollo en el estado.

A pesar de los beneficios económicos que el sector turístico ha causado, no se debe olvidar que también se han ocasionado grandes desequilibrios medioambientales y sociales, tales como contaminación, uso irracional de los recursos, explotación forestal, cambios de uso de suelo, alta concentración demográfica en algunas ciudades, altos niveles de inmigración, informalidad, nuevas zonas marginales y baja diversificación productiva, lo que ha motivado una alta dependencia del sector de servicios en la entidad.

Esta dependencia de la economía del estado en el sector servicios o sector terciario ha repercutido en la agudización de problemas sociales y en la precarización del trabajo: empleos con bajos ingresos, empleos de baja calificación y corta temporalidad del ciclo laboral, entre otros inconvenientes; y ha demostrado su desacierto para impulsar el desarrollo económico del estado, sobre todo si se considera que Cancún es la tercera ciudad más cara del país y, por ende, los pobladores de la Zona Norte de la entidad tienen una baja capacidad de compra, ya que sus salarios no les alcanzan para adquirir los satisfactores primordiales.

Tal situación ha llevado a la división social; al privilegiarse la construcción de zonas hoteleras y zonas habitacionales de clase media y de altos ingresos, se ha excluido a los estratos más pobres de la sociedad, lo cual ha llevado a la formación de zonas depauperadas carentes de servicios urbanos y equipamientos básicos, cuyos habitantes quedan excluidos de la integración económica y social de la región.

Lograr el desarrollo territorial de Quintana Roo implica considerar una distribución óptima del desarrollo en sus tres regiones: sur, norte y maya, mediante tres líneas básicas de acción: a) conseguir el equilibrio territorial en sus regiones; b) vincular a su población rural y semi rural con la población urbana mediante el fortalecimiento del desarrollo endógeno; y c) lograr el desarrollo sostenible en todo el proceso de planeación del desarrollo territorial con una visión de largo plazo.