- La conferencia fue dictada por Alberto Carramiñana Alonso, exdirector del .
- Este proyecto cuenta con la colaboración de un equipo multinacional, y actualmente se encuentra en expansión, debido al éxito que ha tenido en recolección de datos del cosmos.
Catalogado como único en el mundo, el conjunto HAWC (Sistema Cherenkow de Agua a Gran Altitud, siglas en inglés) fue diseñado para estudiar el origen de rayos gamma de muy alta energía producidos en objetos celestes, y para determinar el flujo de rayos cósmicos así como su espectro en toda la galaxia.
Con esta magnífica conferencia, dio inicio este 27 de mayo el “Mes de la Astronomía” en el Planetario Ka’ Yok’ luego de haber concluido el día 26 con el éxito del: “Mes del Cocodrilo”.
INAOE Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica
El INAOE es heredero de una gran tradición científica que data de 1942, cuando Luis Enrique Erro fundó el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, Puebla. El INAOE fue creado por decreto presidencial el 1971 como un organismo descentralizado, de interés público, y está ubicado en Tonantzintla, Puebla, México. Algunos de sus objetivos son preparar investigadores, profesores especializados, expertos profesionales y técnicos en astrofísica, óptica, electrónica y ciencias de la computación y generar nuevo conocimiento.
El Dr. Carramiñana, adscrito al Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) explicó que, a diferencia de otros observatorios que utilizan lentes y espejos para trabajar, HAWC utiliza 60 millones de litros de agua contenida en 300 tanques detectores de partículas provenientes del espacio. Este proyecto es sucesor del observatorio de rayos gamma Milagro, anteriormente instalado en Nuevo México; HAWC, construido en territorio mexicano sobre el volcán “Pico de Orizaba”, en el Estado Puebla, es 10 veces más sensible.
HAWC es un proyecto operado por el INAOE en colaboración con instituciones como la Universidad nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Benemérita Autónoma Universidad de Puebla (BUAP); las Universidades de Wisconsin y Maryland; el Laboratorio Nacional de los Álamos, entre otros. Fue inaugurado en marzo del 2015. Actualmente, hay un observatorio similar en el Tíbet y anteriormente lo hubo en India.
Al finalizar la conferencia, un público ávido de respuestas interrogó al científico sobre temas diversos relacionados con el tema expuesto. En este ambiente ya característico de las conferencias en los planetarios de la Red Quintanarroense, se dio un diálogo entre el experto y el público, entre quienes se encontraban integrantes de los clubes de ciencia del programa “Del Aula al Universo”, integrantes del club de Ciencias de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), quienes además colaboraron con el Planetario para hacer posible la asistencia del Dr. Carramiñana a Cancún, miembros del grupo de Pensamiento Escéptico Cancún (PECA), y del Consejo Consultivo de Ka’ Yok’, la Biól. Patricia Santos González.
El Ingeniero Alcérreca Sánchez, Director del COQCYT, mencionó la importancia que tiene no sólo estudiar el origen de estas partículas de alta energía, sino que también enfatizó que estas son utilizadas con fines médicos y de investigación no necesariamente ligada con el campo de la astronomía. Reconoció, así mismo, la relevancia del INAOE como precursor del estudio de este prolífico campo científico que es la astronomía.
Actualmente, el proyecto HAWC está siendo expandido con 300 contenedores más que, así como los que ya tiene instalados actualmente (aunque de menores dimensiones), serán capaces de estudiar el origen e intensidad que tienen los rayos gamma que llegan todos los días a nuestro planeta, y que somos capaces de detectar sólo luego de que han chocado con componentes de la atmósfera, descomponiéndose en partículas elementales como múones, piones, electrones (y otras partículas más), y que precisamente son detectadas por estos enormes contenedores de agua aprovechando las propiedades de dichas partículas, que al atravesar el agua liberan fotones de luz que son detectados por un arreglo de fotómetros instalados en el fondo de los tanques. De manera que estos cuerpos de agua son una especie de ojos que miran el tránsito de estas partículas a su llegada a la tierra, a 3,100 metros sobre el nivel del mar.
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Lic. Laura Rojo Färber
Difusión y Prensa
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