Velar por el bienestar de la población incluye el diseño de políticas públicas que tengan como objetivo principal el cuidado de las personas y de su patrimonio. Eso es lo que marca la diferencia entre buen y un mal gobierno.
En Quintana Roo la salvaguarda de la integridad física y patrimonial de los quintanarroenses y de quienes nos visitan es una prioridad, de suerte tal que la protección civil se ha convertido en una política pública que prioriza la prevención de riesgos y la reducción de desastres.
El Gobernador Carlos Joaquín, al dar la bienvenida, junto con el presidente de México Enrique Peña Nieto, a los jefes de Estado y representantes de 189 países que participan en la Quinta Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastre 2017, destacó que el Estado ha enfrentado diversos desafíos provocados por desastres naturales.
Como los ocasionados por el huracán “Wilma” hace unos años, que golpeó fuertemente a la entidad, y a la vez la obligó a prepararse mejor para enfrentar los retos que impone ser un Estado con una gran vocación turística, pero que a su vez se encuentra expuesto a los caprichos de la naturaleza.
Hemos construido una cultura de la prevención y de la protección civil, sabedores de que en esta tarea también se necesita de la coordinación con los tres órdenes de gobierno y la comunicación permanente con la sociedad civil.
Actualmente se trabaja en la prevención de incendios forestales, la revisión de inmuebles, y la habilitación de albergues temporales, que en caso de necesitarse podrían dar refugio a más de 113 mil personas.
Cancún, Quintana Roo