Hacer las cosas como se deben, siempre pensando en el bien de la mayoría, no es siempre algo sencillo. Sobre todo, porque las recompensas pareciera que tardan en llegar, o que los beneficios no son tan inmediatos como se quisiera, pero al final del día seguir el camino correcto, traerá los frutos que se esperan.
La detención del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, es sin duda un paso importante en la apuesta de la actual administración encabezada por Carlos Joaquín de hacer que paguen quienes cometieron daño en contra del patrimonio de los quintanarroenses, para beneficiar a un puñado de personas con privilegios.
El Gobernador Carlos Joaquín destacó la importancia de la acción judicial contra su antecesor, luego de que se interpusieron las demandas correspondientes y se sustentaran con evidencias, para que la autoridad tuviera elementos conducentes para ejercer acción penal.
Sin duda que se ha dado un paso importante en la impartición de justicia, castigando a quien comete un delito, porque de ello dependen en mucho la seguridad de la sociedad, por la que tanto se está haciendo y se está trabajando.
La lucha contra la corrupción es una tarea diaria, apenas se ha subido el primer escalón de un trabajo muy arduo, que todavía tiene muchas horas y muchas acciones en contra de quienes directamente o por omisión contribuyeron a que en Quintana Roo se pretendiera imponer el reinado de la impunidad.
Es tiempo de que los políticos le rindan cuenta a los ciudadanos y que se cuide como debe ser el patrimonio de la sociedad. La investigación en contra de quienes cometieron daño patrimonial no es algo que se tiene que cerrar ya, todavía hay muchas líneas más de investigación por seguir.
Chetumal, Quintana Roo