Si bien es cierto que los números no mienten, también lo es que estos son fríos y poco nos hablan de la parte humana que está puesta para el logro de ciertos indicadores. Como el del crecimiento económico de Quintana Roo.
De acuerdo con el más reciente reporte entregado por el Instituto de Estadística Geografía e Informática (INEGI) el Estado creció 7.0 por ciento a tasa anual en el cuarto cuatrimestre de 2016.
Esto sin duda suena muy interesante, ¿pero qué significa? De entrada que el dinamismo económico que experimenta la entidad, es decir todas las actividades económicas, las realizadas por las grandes, medianas, pequeñas empresas y hasta por los que se autoemplean, tuvieron una mejoría de siete puntos porcentuales.
Cierto que esto aún no acaba de decir mucho. Por eso es necesaria la comparación con el ritmo económico que tienen otros estados del país. Así, Quintana Roo se coloca como la entidad de la República Mexicana, con el mejor desempeño económico. Y ahora sí, esto se traduce en más y mejores empleos, en donde hay posibilidades de tener mejores salarios, que al final del día generan bienestar en las familias y disminuyen la desigualdad social.
¿Y cómo es que llegamos hasta acá? Sobre todo después de que los quintanarroenses padecimos en el pasado reciente, gobiernos que en lugar de servir a la sociedad privilegiaron a unos cuantos, usando los recursos públicos en su favor, olvidándose de la gente. Desde luego el camino no ha sido sencillo, pero había que asumir grandes retos como el poner en orden las finanzas públicas, renegociar el pago de la deuda, e invertir el dinero en obras de beneficio social.
Chetumal, Quintana Roo