Tradicionalmente las mujeres y los jóvenes son grupos sociales que no tienen acceso a créditos que les permitan iniciar sus negocios o autoemplearse. Quintana Roo, tenía una deuda enorme con ambos grupos, por tal motivo el gobierno de Carlos Joaquín puso en marcha el Programa Crédito a la Palabra Mujer MIPyME y el Programa Impulso al Emprendimiento de Jóvenes Quintanarroenses, en Chetumal.
El Gobernador reconoció que las mujeres quintanarroenses se destacan por su honestidad y fiabilidad, y los jóvenes por sus ganas de emprender y por su potencial laboral. Lo que les hacía falta era mecanismos de financiamiento, que sean sencillos y sin tanta burocracia.
Además de contar con el apoyo económico, es importante que se les otorgue asesoría financiera, logística y de comercialización, para que sepan cómo manejar los recursos que les son otorgados, cómo producir más y mejor, y finalmente cómo comercializar a buen precio sus productos o servicios.
No se trata, pues, de sólo dar el financiamiento y que se abran negocios, sino que estos puedan ser exitosos y duraderos. Los programas Crédito a la Palabra Mujer MIPyME y el Programa Impulso al Emprendimiento de Jóvenes Quintanarroenses, va más allá del desarrollo económico, se trata también de impulsar el desarrollo humano integral.
Para las mujeres abrir un negocio, por muy pequeño que este sea, puede significar un gran cambio en su vida, y la de sus familias, ya que muchas de ellas son cabeza de familia. Reconocerles sus capacidades como emprendedoras, puede significar incluso que rompan el círculo de la violencia intrafamiliar. Para los jóvenes, el apoyo económico puede abrirles las puertas que se les haya negado al ir a solicitar empleo, una vez que egresaron de las instituciones de educación superior.