La mejor manera que tiene un gobierno de asegurar que lo mejor de su cultura sea transmitido a las siguientes generaciones, para que los vínculos sociales no se rompan, es mediante la educación.
Este proceso que a menudo sólo es visto como la mera transmisión de la información, en realidad, cuando se realiza de la manera correcta, tiende a tocar los corazones de las personas, para que puedan conocer de sí mismas lo mejor, realizarse y dar lo que de bueno hay en ellas hacia la colectividad en la que están insertos.
En esta cadena de interacciones, son importantes todas las partes, los padres de familia que desde casa inculcan valores y llevan a sus hijos e hijas a los colegios para que continúen su formación, los docentes que con su empeño diario logran conocer los anhelos más profundos de sus estudiantes, sus distintas maneras de ver la vida y las herramientas de las que han sido dotados para enfrentarse a ella, y desde luego los propios alumnos, en torno a quien giran todos los esfuerzos, principio y fin de los objetivos educacionales.
El gobierno del cambio que encabeza Carlos Joaquín tiene presente la importancia del sector educativo para Quintana Roo, que busca en serio una transformación en donde prevalezcan los valores de la honestidad y de la transparencia. Pero que además exista una idea, un concepto de lo que significa ser quintanarroense, y que todos nos podamos sentir orgullosos de haber nacido o haber llegado a esta tierra de oportunidades.
La educación es el camino hacia una sociedad cada vez más participativa y solidaria, de suerte tal que no se escatimarán esfuerzos por apoyarla en materia de infraestructura, para que existan las mejores condiciones físicas para que se pueda llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Chetumal, Quintana Roo